ANDALUCÍA RESPONDIÓ AL CAMBIO
Los andaluces, desde aquel triunfante e ilusionante Referéndum de
identificación del 28 de Febrero de 1980, sólo apoyado por la mayoritaria
izquierda socialista y comunista, hemos sido convocados por décima vez en 33
años a las correspondientes Elecciones Autonómicas.
En
todas ellas, Andalucía respondió concediendo unas amplias mayorías a la misma
izquierda que apoyó aquel referéndum, basadas fundamentalmente en el PSOE y
reforzadas en el PCE o IU.
Sólo en la
penúltima convocatoria, año 2012,
decidió que un partido de derecha, el PP, fuera el más votado, lo que fue
ampliamente interpretado como un castigo sobrepasado del pueblo andaluz a los
socialistas, seguramente por su creciente desviación ideológica o acrítico
acomodo político.
La derecha
ha pedido a Andalucía el "cambio" y los andaluces le hemos respondido
que el cambio que nosotros queremos ya comenzó en 1980 contra la voluntad de
aquella derecha, cambiando la Andalucía de los cortijos, de los señoritos y sus
sirvientes, de los caciques y sus esclavos, de los emigrantes extranjeros y
nacionales, del abandono de los servicios públicos de salud y educación, de las
carencias de infraestructuras, etc. por la Andalucía del bienestar, de la
igualdad de oportunidades, del AVE y las autovías, del avance en la I+D+I, del
liderazgo en la investigación biomédica, etc.
Andalucía
ha respondido que no quiere otro "cambio" que el de seguir avanzando
con mayor extensión e intensidad en el que ya inició la izquierda hace 33 años.
El
"cambio" ofrecido por el PP es ya bien conocido como el de la
eliminación de los derechos políticos y sociales, el de las privatizaciones y
recortes de los servicios públicos para convertirlos en negocios de los más
ricos y poderosos, el del aumento de las desigualdades, el del abandono de los
que sufren paro, falta de cobijo y hambre.
El
"cambio" ofrecido por el PP es el mismo que lleva a cabo en España y
en las comunidades autónomas donde gobierna, es decir, el de reordenar la
economía, enriqueciendo más a los más ricos, condenando a los trabajadores en
sus esclavos y a las clases medias a su desaparición, utilizando la crisis como
excusa.
A este
"cambio", Andalucía ha dicho una vez más: ¡NO!
Los nuevos
partidos emergentes, tanto de la izquierda (Podemos) como de la derecha
(Ciudadanos y UPyD), creados, en gran medida, por ex militantes despechados o
resentidos de los veteranos partidos clásicos (PSOE e IU y PP), han recogido en
estas elecciones andaluzas básicamente el descontento y la desconfianza social
en las formaciones políticas gobernantes, añadiendo al viejo debate entre la
izquierda y la derecha el original elemento de lo nuevo y limpio contra lo
viejo y sucio.
Andalucía
ya habló. Ahora le toca hablar a la izquierda vencedora para consensuar la
calidad y la cantidad en el avance del cambio ya iniciado hace 33 años y ahora
estancado por la asfixia del Gobierno de España. Los andaluces esperamos que no
nos decepcione.
Fernando Pineda Luna.
PUBLICADO en
diariodehuelva.es (23 Marzo 2015)
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