ANDALUCÍA
MANDATÓ UNA MAYORÍA DE IZQUIERDAS
Andalucía dijo con claridad en las últimas Elecciones
Autonómicas del 22 de Marzo que quería un cambio político, pero dentro de la
izquierda. Castigó duramente a la derecha representada por el PP, abriéndole
suavemente la puerta a Ciudadanos, y a la izquierda representada por IU, casi
sustituyéndolo por Podemos.
También
castigó, aunque más levemente, a la izquierda representada por el PSOE, pero
dejándola como fuerza mayoritaria con el mandato de gobernar con los ciudadanos
y para los ciudadanos desde el diálogo permanente con el resto de la izquierda,
porque la ciudadanía ha elegido una clara mayoría absoluta ideológica, aunque
heterogénea, compuesta por 67 de los 109 diputados.
Los
andaluces hemos ordenado al PSOE, a Podemos y a IU que nos gobiernen unidos desde
la puesta en práctica en la gestión política diaria de los principios de
libertad, igualdad y solidaridad.
La
constitución del Parlamento de Andalucía ha dado hoy una respuesta adecuada a
ese mandato electoral, consolidando en su Mesa la clara mayoría absoluta de la
izquierda, liderada por el PSOE.
Si esta
mayoría absoluta de la izquierda plural (PSOE, Podemos, IU) no se materializara
mediante el diálogo abierto, sincero y permanente en un Gobierno de Andalucía
efectivo, que, apartando los intereses partidistas, solucione con responsabilidad colectiva los
problemas de los andaluces desde la igualdad y la solidaridad entre los
ciudadanos y los territorios, potenciando y ampliando los servicios públicos y
las políticas sociales, si estos grupos políticos se mostraran incapaces de
gestionar este claro mandato electoral recibido, darían un histórico ejemplo de
irresponsabilidad con consecuencias irreversibles para el futuro de la
izquierda y del Estado del Bienestar.
El sistema
democrático se basa en el “poder del pueblo”. El pueblo es que el que ordena y
manda, contestando en las urnas. Cuando el pueblo ya ha dicho quienes quieren
que gobiernen, es indignante preguntarle otra vez, porque sólo se hace la misma
pregunta, oída ya la respuesta, cuando ésta no ha gustado a los elegidos o no
ha sido entendida por ellos. Quienes no entiendan o a quienes no les guste la
palabra del pueblo no caben en el sistema democrático.
En este
sentido, últimamente, se habla mucho de la posibilidad de convocar nuevas
Elecciones Autonómicas con la escusa de la inestabilidad política. Pues bien,
cualquier grado de inestabilidad política, resultante de unas elecciones
democráticas, también debe ser considerado como explícita voluntad popular que,
como tal, debe ser respetada y, por lo tanto, gestionada.
Resumiendo,
Andalucía ha ordenado al PSOE, a Podemos y a IU, mayoría absoluta de izquierdas,
gobernar de una u otra forma. Andalucía puede y debe ser ejemplo para el resto
de España del inicio de un nuevo tiempo histórico, en el que la izquierda,
condenada desde siempre a entenderse, cumpla, por fin, esa condena, tan
necesaria para la transformación real y permanente de la sociedad.
Fernando
Pineda Luna.
PUBLICADO en diariodehuelva.es
(17 Abril 2015)
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